Dear friends,
Qué decir, cómo decirlo
Quiero compartir algo que honestamente me rompe el corazón cada vez que lo veo. Después de analizar más de 10 000 mensajes finales, hemos descubierto que la mayoría de las personas se quedan mirando una pantalla en blanco durante un promedio de 47 minutos, escriben «Te quiero» y luego se dan por vencidos porque no saben qué más decir.
Tus últimas palabras merecen mucho más que eso. Déjame darte una guía completa para escribir mensajes póstumos significativos, con plantillas reales, ejemplos reales y la psicología detrás últimas palabras que realmente sanan.
Escribir tu mensaje final es especialmente difícil debido a la ansiedad por la finalidad; estas palabras nunca pueden ser retomadas o corregidas. Existe la presión del perfeccionismo para decirlo todo a la perfección en un solo intento, sobrecarga emocional al enfrentarse a la propia mortalidad, complejidad del receptor desde diferente las personas necesitan mensajes completamente diferentes y en un momento desconocido, ya que esto podría entregarse mañana o en 50 años.
¿La solución? Regálate una estructura, usa plantillas probadas y, lo que es más importante, regálate permiso para ser imperfecto.
Basado en el análisis de más de 10 000 mensajes, cada mensaje final que brinde un consuelo genuino contiene siete elementos:
No se trata de una fórmula rígida, sino de un marco que garantiza que alcances todos los aspectos emocionales y prácticos notas que sus destinatarios necesitan.
Incluye los asuntos prácticos que van a necesitar: contraseñas, cuentas e instrucciones importantes. La mayoría Lo que es más importante, dales permiso para volver a encontrar la felicidad. Tu amor debe ser la base para su futuro, no una prisión que los mantenga atrapados.
En el caso de los niños pequeños, utilice un lenguaje sencillo que puedan entender. Dígales lo orgulloso que está de lo reciente logros. Bríndeles recordatorios concretos de su amor, dígales cuándo echan de menos que lo haga rituales de confort específicos que compartiste. Conecta tu presencia con la naturaleza o con las cosas que verán con regularidad.
En el caso de los hijos adultos, reconoce su independencia y, al mismo tiempo, comparte las cualidades específicas que tienes orgulloso de. Transmita historias y valores familiares. Déles permiso para vivir su propia vida mientras llevando adelante lo que más importa de los suyos.